Tipos de Obsolescencias
Existen varios tipos de Obsolescencias aparte de la ya mencionada Obsolescencia Programada, entre estas están:
- La obsolescencia indirecta: deriva de la imposibilidad de reparar un producto por falta de repuestos o piezas de recambio adecuadas o por resultar imposible la reparación (por ejemplo, el caso de las baterías soldadas al aparato electrónico).
- La obsolescencia funcional por defecto: un componente falla y todo el dispositivo deja de funcionar.
- La obsolescencia por incompatibilidad, por ejemplo, cuando un programa informático deja de funcionar al actualizarse el sistema operativo. Guarda relación con la del servicio pos-venta, en el sentido de que el consumidor será más proclive a comprar otro producto que a repararlo, en parte debido a los plazos y precios de las reparaciones.
- La obsolescencia psicológica, derivada de las campañas de mercadotecnia de las empresas encaminadas a hacer que los consumidores perciban como obsoletos los productos existentes.
- La obsolescencia estética. Cuando un producto es reemplazado por cuestiones de moda o diseño. Es bastante frecuente en la ropa, debido a las modas que cambian con rapidez, aunque también puede extenderse a los electrónicos, como los teléfonos inteligentes.
- La obsolescencia por notificación, típica de las impresoras que convierten en obsoletos los cartuchos de tinta, previo aviso.
- La obsolescencia por caducidad reduce artificialmente la vida de un producto, por ejemplo en la industria alimentaria, acortando las fechas de caducidad o de consumo preferente aunque todavía sea perfectamente consumible sin riesgo alguno para la salud.
- La obsolescencia ecológica. Bajo el argumento «verde» se justifica el abandono de los dispositivos antiguos aún en perfecto estado, para promover la compra de nuevos productos bajo el argumento de que son menos agresivos al medio ambiente., aunque también promueven un aumento significativo de residuos que no pueden ser siempre adecuadamente eliminados. Esta última categoría está altamente relacionada con el greenwashing o lavado de cara «verde» empresarial.
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